Rosângela S.M.N (45 años):

Se inicia en Reiki

 

"Con el tratamiento noté muchas mejoras en el ser interior."

"En Brasil, oí hablar de Reiki, pero no sabía bien que era esto. Después de un tiempo, hice algunas sesiones y recuerdo que las primeras veces lloraba mucho y después ya no lo hacía más; creo que hice 3 o 4 sesiones y después paré.


Después de algunos años, mi hermana estaba haciendo algunas sesiones de Reiki, y la persona que le aplicaba Reiki le avisó que fuese al médico, pues notaba algo diferente en el cuerpo de ella. Luego, mi hermana fue al médico y constataron que tenía un cáncer atrás de la oreja. Gracias a Dios fue descubierto a tiempo y mi hermana sanó y pudo superar dicho trance, y al día de hoy se encuentra muy bien de salud.

 

Tiempos después, aquí, en España, me reencontré nuevamente con el Reiki, y esta vez recibí una explicación correcta de lo que es el Reiki, y con el tratamiento noté muchas mejoras en mi ser interior. Sentí cambios de actitudes mentales, por ejemplo, aceptando las situaciones de mi presente actual, teniendo más equilibrio para resolver mis problemas, consiguiendo controlar muchísimo mejor mis pensamientos, no juzgando al prójimo, y si colocarme en su lugar; o incluso no aceptando una situación e intentar resolverla con armonía.

 

Note también una paz interior; como yo siempre he sido muy inquieta, sentí que al tomar Reiki, me he vuelto más tranquila. Esa tranquilidad me hace intentar vivir mejor mi presente.

 

Al inicio, cuando comencé las primeras sesiones de Reiki, sentía mis ojos siempre lagrimeando, era como si algo estuviese removiéndose en mi interior, es una sensación que no podía ni explicar ni controlar. Después, creo que luego de 4 o 5 sesiones de Reiki, más las clases teóricas de Reiki, he notado que estaba equilibrándose este sentimiento. Observe también que mientras más sesiones de Reiki hacía, más fuerza en mi interior tenía. Encontré a una amiga que no veía de hacía mucho tiempo, y ella me dijo que me sentía más tranquila, que me veía más calmada.

 

Yo sentía que, aun teniendo que enfrentar muchos problemas del día a día, sentía la voluntad de encararlos y de seguir adelante, con mucha armonía mental. Y noté que esa armonía mental me traía como resultado, acontecimientos positivos en mi vida. También he notado cambios en mi cuerpo, pues siempre he tenido las manos frías, y desde que hago Reiki, ahora las siento calientes. Incluso, también he tenido dolores de espalda frecuentes, y desde que me realizo la auto aplicación de Reiki, dichos dolores prácticamente han desaparecido.

 

Agradezco al Centro de Acogida APLA, que fue allí donde conocí a una señora que me sugirió hacer el curso de Reiki y me habló que había una pareja que daba cursos de Reiki. Me presentó a los profesores Ricardo y Rocío, que a través de su amor, nos transmiten todo este crecimiento espiritual.

 

i i i Muchas gracias a todos ellos!!!"

 

 

1 de abril de 2013