Fernando C. V. (65 años) Testimonio ofrecido por su hija ,Teresa C.:

Recibe Tratamiento Reiki

 

"Creo que el Reiki ayuda en el proceso hacia la muerte de la mejor manera que el cuerpo lo necesita [...] ante el inevitable desenlace encuentran una tranquilidad y una paz que les ayuda en el camino."

 

"Entré en contacto con el mundo del Reiki a través de un compañero de trabajo, Julio, que me habló de efectos benévolos de esta terapia en una amiga enferma de cáncer. Tanto había sido así, que esta chica se ha formado en esta especialidad y es voluntaria para tratar a enfermos mediante Reiki. 

 

Mi padre se encontraba muy enfermo por un cáncer en aquellas fechas y mi desesperación por salvarle o al menos hacerle más llevadero sus últimos días hicieron que llamase a Ricardo y acordamos, de acuerdo con mi padre, las sesiones que le daría.

 

Yo nunca he recibido Reiki pero sí estuve presente en algunas de las sesiones que recibió mi padre. Durante las mismas, él experimentaba un relajamiento total y le subía la temperatura corporal hasta llegar a sudar. Las noches las pasaba muy revuelto, con vómitos, como efecto de las sesiones. Pero lejos de rechazarlas, mi padre que era totalmente partidario de probar todas las opciones que le brindara la medicina o cualquier terapia alternativa, las seguía reclamando.

 

Cuando le preguntaba “¿Qué sientes?” me decía que “una paz y una tranquilidad enormes”, y decía que cuando se revolvía le servía para expulsar todo lo malo que tenía dentro por la enfermedad.

 

Desgraciadamente, a mi padre solo le dio tiempo a recibir 6 o 7 sesiones de Reiki. Nos dejó al día siguiente de la última. Pero pienso, que el Reiki le ayudó a sufrir mucho menos en sus últimos días, y que se fue con mucha paz. Ahora pienso que quizás le ayudó a no alargar lo que era inevitable y a minimizar el sufrimiento.

 

Tengo claro que, con la insistencia que él las pedía y cómo las aceptaba, era porque algún beneficio encontraba seguro. Creo que el Reiki ayuda en el proceso hacia la muerte de la mejor manera que el cuerpo lo necesita. Hay personas que mejoran sus marcadores tumorales, y personas que ante el inevitable desenlace encuentran una tranquilidad y una paz que les ayuda en el camino. Y este último fue el caso de mi padre. Recomiendo Reiki."

 

30 de septiembre de 2013