Explicamos cómo funciona Reiki:

Según la Física Cuántica, todo es energía con diferentes niveles de vibración. Los bloqueos que hemos ido creando a lo largo de la vida en nosotros mismos tienen una vibración más densa y Reiki, que es energía en su máximo nivel de vibración (el más alto) va deshaciéndolos poco a poco.

Estos bloqueos van a ir saliendo de nuestros cuerpos en la medida en que se vayan deshaciendo. Esto es lo que llamamos PROCESO DE PURIFICACIÓN o también de sanación o desintoxicación, ya que no es más que eso. Con la ayuda de Reiki, el organismo se empieza a deshacer de toxinas, así en los siguientes días de recibir una sesión, se pueden notar más ganas de ir al baño o tener más sudoración, o algo muy frecuente es tener la sensación de que uno se está resfriando. El ORGANISMO se está DESINTOXICANDO por lo que recomendamos aumentar el consumo de agua para ayudar en esa LIMPIEZA al organismo, y si estás iniciado en Reiki, darte más sesiones. 

Estas toxinas además de ser físicas, también pueden ser emocionales, por lo que uno se puede sentir con más cambios de humor y de ánimo (más enfadado, irascible, sensible, triste...) o toxinas mentales, que suelen manifestarse en una mayor cantidad de sueños mientras se duerme.

Todo esto es un PROCESO que se puede llegar a sentir en mayor o menor medida o no llegar a sentir nada. Pero sea como fuere es ESTUPENDO porque eso quiere decir que la energía ESTANCADA (en forma de bloqueos) comienza a FLUIR.

Así que cualquier cosa que notes en los días posteriores a recibir una sesión de Reiki o iniciarte en algún nivel, está dentro de lo normal.

La práctica de algún ejercicio físico, una alimentación sana, una respiración correcta y una mayor calidad de pensamientos ayuda en este proceso.

Recuerda que Reiki es una terapia de auto-sanación, así que todo lo que consigas es GRACIAS a ti, el terapauta solo canaliza energía.

¡BUEN PROCESO!