Desde hace 10 años tengo miomas, que me producen sangrados anormales.

 

Hace 5 años tuve un periodo de hemorragia de regla. Tras 4 o 5 días así, notaba hasta el zumbido de los oídos, <el corazón en la cabeza>, contracturas en los hombros debido a la ausencia de sangre, cara blanquecina, no podía tirar del cuerpo, no podía subir cuestas, sensación de mareo, se me iba la cabeza en la ducha, en la cocina… y decidí ir a Urgencias. Me tuvieron que poner 4 bolsas de sangre. Me había quedado con 5 millones de glóbulos rojos cuando lo normal es tener 12 millones.

 

Tras el alta me mandaron reposo, y pastillas para cortar las hemorragias y para que los sangrados de la regla fueran más leves. Me dijo la doctora que la única solución era quitarme el útero en una operación, para que no se volvieran a repetir las hemorragias, y le dije que “ahora mismo no”.

 

Otra Ginecóloga vio que extirparme el útero era una solución muy radical, y me recomendó usar un DIU hormonal.

 

Tras ponerme el DIU, más o menos estaba controlado. Algunas veces manchaba más y otras menos. El sangrado fuera de la regla seguía, pero muy suave.

 

Me daba cuenta que cuanto más nerviosa estaba, más sangraba, y empecé a tomar valeriana que me ayudaba momentáneamente.

 

Montse empieza el curso terapéutico de Reiki.

 

El día de la primera iniciación, y sin estar con la regla, ya por la tarde tuve un sangrado muy abundante, pero de salir corriendo al baño. Hacía dos años que no sangraba tanto, desde que me pusieron el DIU.

 

Y tras comenzar el autotratamiento de Reiki, a la semana siguiente, comencé a manchar muchísimo a medida que pasaban los días, y al tercer día me asusté bastante.

 

Por mi cabeza pasaba la idea de dejar el curso de Reiki, puesto que estaba pasando por un proceso de manchados, no se me cortaba el sangrado ni con pastillas. Volví a tener los síntomas relatados, además de dolores impresionantes en muslos, en hombros y brazos, lloraba sin parar, taquicardias, dolores de cabeza y en la zona de los riñones, y mucha diarrea. Todo eso provocado por mis propios autotratamientos, así que tenía miedo de seguir haciéndolos, y mucho más recibirlos de ti, por poder encontrarme peor.

 

Mi pareja me comentaba de ir a Urgencias, pero le decía que no porque no quería volver a pasar por lo mismo que la vez anterior: transfusión y que me dijeran de nuevo de quitarme el útero. Tenía la esperanza de que esta situación se fuera a aliviar. Y me acerqué aquel día al voluntariado.

 

A partir de ese jueves en la sesión de Reiki que recibí, mi vida cambió. Sentí una paz interior, noté como el fluir de la sangre en la zona del abdomen, como si algo se hubiera destaponado en la zona del útero. Noté como una compuerta que se abría y se cerraba, y una circulación por los pies. Esa tarde se me cortó el sangrado de raíz, y no volví a sangrar hasta la siguiente regla, que manché muy poco (nunca había manchado tan poco). A partir de ahí, las reglas fueron tranquilas.

 

Las pastillas no las podía tomar durante más de 7 días seguidos, pero después de Reiki no necesité tomarlas más.

 

He sido consciente de que hay cosas en mi vida que han estado bloqueadas, por haberme tragado tanto, Desde hace 10 años he estado mal con la regla, y ahora sé la causa. Me lo han estado diciendo mucho tiempo, pero ahora lo he comprendido.

 

Y tras acabar el curso de Reiki, nos dice:

 

Cuando ahora me doy mi autotratamiento de Reiki:

- Me noto mucho más tranquila, me viene bien para los nervios.

- No me pongo de mal humor, me noto contenta.

- Ya no me sienta mal lo que hacen los demás.

- No lloro tanto. Y es que antes era muy llorona.

- Soy mucho más positiva.

- Situaciones que emocionalmente me afectaban, ya no me afectan.

- He podido quitarme personas que estaban en mi vida, muy tóxicas para mí.

- Duermo mejor.

- Me encuentro mucho mejor que cuando empecé el curso.

- Y he dejado de tener hemorragias. No he estado nunca en este periodo de regularidad tanto tiempo.

 

El curso terapéutico de Reiki acabó en febrero, los últimos días del curso, Montse fue retrasando sus autotratamientos, y al poco empezó a manchar de nuevo. Estuvo así un mes fuera de la regla. Tras ese tiempo, se volvió a dar un autotratamiento durante 4 días, y eso le ayudó a reducir el manchado. Se da cuenta que cuando se da Reiki, toda su situación mejora. Al mes se le cortó el sangrado fuera de la regla.

 

En aquel momento fue a hacerse otra ecografía, pues ya le tocaba, y su ginecólogo le dijo que los miomas no sólo se habían estancado, sino que se habían reducido.

 

Eso fue a principio de 2019. En febrero de 2020 volvió a ir, y según la ecografía, el doctor le dijo que los miomas estaban muertos, sin riego, que ya no podían crecer y no les daba ningún tipo de importancia. La última vez que fue al ginecólogo fue en 2022, y seguían igual.

Según nos cuenta ella, “Los nervios hacen que sangre, la tranquilidad lo para”.

Y la tendencia de Reiki es calmarnos por dentro, y por fuera.

 

La energía nos permite liberar los bloqueos creados, que forman desequilibrios y desestabilizan el estado de salud. Reiki nos ayuda a gestionar el estrés, y volver a un estado interior de paz, sin esfuerzo alguno. En ese estado, es cuando Montse dice no sangrar.

 

 

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