Principios de Reiki

Los 5 Principios de Reiki, nos fueron entregados por Mikao Usui como guías morales y espirituales para el vivir diario.

En el manuscrito original del Dr. Mikao Usui, estos fueron descritos de la siguiente manera:

"El antiguo método para conseguir la felicidad"

"La medicina (Sanación) para todas las enfermedades del cuerpo y del alma"

Sólo por hoy, no te enfades...

Sólo por hoy, no te preocupes...

Sólo por hoy, se agradecido / demuestra aprecio…

Sólo por hoy, trabaja honradamente (duro)...

Sólo por hoy, sé amable con los demás...


Siéntate cada mañana y cada noche en la posición de gassho
(posición de rezar con las manos unidas) y repite estas
palabras en voz alta y en tu corazón

Para la mejora del Cuerpo y del Espíritu,
El Método de Curación de Usui

 

El Fundador Mikao Usui"

" Shoufuku no hihoo"

"Manbyo no reiyaku"

"Kyo dake wa, Ikaru-na"

"Kyo dake wa, Shinpai suna"

"Kyo dake wa, Kansha shite"

"Kyo dake wa, Gyo o hage me"

"Kyo dake wa, Hito ni shinsetsu ni"

"Asa yuu gassho shite, kokoro ni nenji, yuchi ni tonaeyo"

"Shin shin kaizen, Usui Reiki Ryoho"

"Chosso Usui Mikao"

Estudios de los Principios de Reiki


Solo por hoy, no te enfades”-  

Debajo de todo enfado se esconde rabia en mayor o menor medida. Existe un dolor que necesita ser sanado, y una vez que la energía detrás de esta emoción se convierte en positiva, la emoción desaparece.

Lo mejor que podemos hacer es reconocer y aceptar nuestro estado de emoción. Y una vez hecho esto, cambiar nuestra actitud hacia ella:

-observemos y reconozcamos esa rabia

 -identifiquemos las causas

-aceptemos la emoción como propia

-expresémoslo de una forma apropiada

-y finalmente, soltémosla para siempre

 

“Solo por hoy, no te preocupes”-  

La preocupación está demasiado presente en nuestras vidas. Y la preocupación no es más que miedo: miedo al cambio, miedo a la inseguridad, miedo de "no saber".

Una preocupación no es más que una anticipación a lo que va a ocurrir y el 95% de las veces nada ocurre como lo habíamos pensado… entonces, ¿por qué preocuparnos? Confiando en que las cosas ocurren en nuestra vida para nuestro bien, las preocupaciones dejan de existir. En cada caso es mejor ocuparse de la situación a preocuparse por ella. Viviendo en el aquí y el ahora dejamos las preocupaciones, pues vivimos el presente dejando de lado lo que ocurrirá más tarde.

Sería bueno mirar qué se esconde detrás de nuestra preocupación: falta de autoestima, ansiedad, miedos, dificultad de expresarnos, dolor, tristeza, presión laboral, estrés…

Al aceptar las preocupaciones, les quitamos poder y de esa manera pueden ser sanadas y liberadas. Reconozcamos nuestras emociones contenidas y solo así empezaremos a soltarlas y liberarlas.


“Sólo por hoy, se agradecido/demuestra aprecio” -  

Aprendamos a agradecer día a día todo lo positivo, por pequeño que sea, que haya ocurrido en nuestras vidas. De esa manera nos sentiremos más felices y nos daremos cuenta de cuan afortunados somos: apreciando los pequeños detalles de la vida, escuchando atentamente una conversación, observando con atención a las personas que nos rodean, siendo conscientes de nuestro entorno, disfrutando de lo bueno y fantástico que es estar vivos, viviendo de manera consciente nuestras virtudes y cómo no, también nuestros defectos…

 

“Sólo por hoy, trabaja honradamente (duro)” -

Para el crecimiento personal y espiritual tenemos que dedicarnos tiempo a nosotros mismos; de ahí el “trabaja honradamente”: desde la sinceridad. Intentar buscar la solución a los problemas no en el exterior sino darnos cuenta que las soluciones se encuentran en nuestro interior… dentro de nosotros mismo. Dejemos de ignorarnos y busquemos en nosotros y no en los demás; apliquemos nuestro Yo, nuestra creatividad, nuestro esfuerzo en todo lo que hacemos, pongámosle ganas al trabajo diario. 

 

“Sólo por hoy, sé amable con los demás” -

Ser amable con los demás, ser respetuoso, ofrecer una sonrisa. Los demás tienen los mismos problemas que resolver que nosotros. Tratémoslos, pues, desde el amor incondicional ¿Y qué es el amor incondicional? No es más que dar sin esperar nada a cambio. Para poder dar amor al resto tenemos que aprender a amarnos, respetarnos, mimarnos, adorarnos, apreciarnos, querernos, aceptarnos y conocernos. Es entonces cuando no esperaremos recibir todas esas atenciones de los demás, y el desengaño será cosa del pasado. Pero… ¿estamos dispuestos a empezar por nosotros mismos?


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