Marta L. D. (41 años): 

Se inicia en Reiki

 

Mis compañeras de trabajo que hicieron conmigo la iniciación al Reiki, saben que hay un antes y un después en mí desde esa iniciación, y me lo recalcan con mi actitud ante el fallecimiento de mi madre.


Lo primero decir, que yo era hija única y que la relación con mi madre era muy especial, que yo quería y quiero a mi madre muchísimo, pero que llevaba enferma mucho tiempo y desde noviembre entrando y saliendo del hospital. Finalmente entro el 26 de diciembre y ya no salió hasta el 6 de marzo que falleció.


Era muy luchadora y tenía muchas ganas de vivir, día a día me enseñó a ser amable y agradecida con enfermeras y médicos, sonriendo dando las gracias hasta por un pinchazo. Médicos y enfermeras que lucharon con ella hasta el final y que nos acompañaron hasta en el tanatorio por el cariño que nos habían cogido. (Según ellas)


Desde que me inicié en Reiki, no he dejado de practicarlo todos los días, alguno fallo pero pocos. Todos los días a las 6.30 de la mañana empiezo hasta las 7.10 horas, lo hago sin pereza, como un ritual, con mis papeles, con mi radio puesta y me gusta y me siento bien.


Creo sinceramente que esta energía que yo todos los días me he ido proporcionando durante un año mas o menos ha hecho que yo viera claramente que llegaba el momento en que mi madre tenía que partir, así cuando me lo confirmaron los médicos e incluso ella, cuando nos manifestó que no estaba bien que ese era el fin, me mantuvo serena, tranquila y me permitió ayudar a mi madre en todo lo que pude para que hiciera ese transito, con todo mi cariño, con todas mis caricias con todo el amor que le pude dar hasta el último momento.
Cuando sucedió yo sentí una paz, que todavía siento, sabiendo  que yo ya había hecho todo por ella y que ella se había ido sabiendo lo que la quería, y yo sabiendo lo que ella me quería a mi.


Sigo creyendo que Reiki, a mi me ha ayudado mentalmente a ver su muerte como algo natural que tenia que pasar y para quedarme con todo lo bueno que he vivido con mi madre.


Mucha gente me dice que qué envidia, que cómo lo estoy viviendo, que ojalá cuando a ellos les suceda lo pudieran vivir así, y es verdad, me siento afortunada, tengo mis momentos malos de dolor, por supuesto, pero tengo una paz y una energía que no habría conseguido si yo no llego a racionalizar el fallecimiento de mi madre y a eso me ha ayudado Reiki con toda seguridad.


Yo durante años he sentido verdadera angustia por como iba a ser la muerte de uno de mis seres queridos sobre todo la de mi madre, que desde que yo tenia 6 años estaba operada de corazón y estaba delicada. Gracias a Reiki he podido vivir ese momento de forma natural, sin angustia ni por su parte ni por la mía, con la serenidad y la paz de saber que era el momento y que la tenia que dejar marchar. Y se lo dije para que ella estuviera tranquila, que ella iba a estar bien y yo también aunque la echara mucho de menos. 


No sé, si alguien que este pasando por esos momentos tan duros quiere hablar conmigo, para contarle mas profundamente mi experiencia, estaré encantada, me encanta hablar de mi madre, de mis sentimientos hacia ella y de como estoy afrontando su ausencia.

 

22 de abril de 2015