Nuestra Compañera, la muerte

 

 Entendemos la muerte como algo traumático, pues hemos aprendido a comprenderla como una pérdida, como una separación definitiva, olvidando por completo que somos algo más que cuerpo físico. Nos hemos olvidado de nuestra ESENCIA, de nuestra inmortalidad. "La energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma" (primer principio de la termodinámica). Teniendo este principio presente, nuestros miedos ante ella se disiparán y comprenderemos el verdadero sentido de la vida.

 

Aún así existe un proceso por el que nuestra mente nos hace pasar, el llamado DUELO. Este no es más que un camino en el que nos preparamos para vivir con la ausencia física de nuestro ser querido.

 

Son significativas las etapas del proceso de duelo, en la web apoyoalduelo.com nos hablan de:

 

1. Aceptar la realidad de la pérdida, afrontando plenamente que la persona querida está muerta, se ha marchado y no volverá.

 

2. Experimentar el dolor de la pena, sin bloquear los sentimientos ni negar el dolor que está presente. Es imposible perder a alguien a quien se quiere sin experimentar dolor.

 

3. Adaptarse a un mundo en el que el ser querido está ausente. Esto supone empezar a hacer tareas, gestiones, tomar decisiones, etc. sin contar con la presencia y el apoyo que nos daba antes esa persona.

 

4. Recolocar emocionalmente a nuestro ser querido y mirar hacia el futuro. No se trata de olvidarlo sino de encontrarle un lugar apropiado e importante para recordar nuestra vida juntos, pero dejando espacio para otras relaciones significativas. La vida nunca volverá a ser lo mismo, pero enriqueceremos nuestro espacio con nuevas emociones y relaciones.

 

Para leer más sobre este tema, qué es el duelo, cómo se puede afrontar, las etapas... pincha aquí.

 

 

Y alejándonos del duelo "tradicional", encontramos una iniciativa puesta en marcha en España recientemente: "Celébrame. Homenajes a la vida". En ella, se ofrece toda una filosofía armoniosa y festiva para despedirse de los seres queridos, incluyendo toda la logística para ponerla en práctica, según los deseos de cada persona. Es decir, nos ofrecen la oportunidad de vivir de manera diferente el tan temido proceso de la muerte viéndolo como una celebración especial, una demostración de todo el cariño que se les tiene a los que se marchan y disfrutando de lo que más les gustaba: una comida para toda la familia, un torneo de fútbol, un paseo el globo, una meditación en el campo, un concierto privado...

 

¿Y por qué no?

 

Video presentación de la web Celébrame

 

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