Lácteos Sí...¡Mamar es la leche!

Según recientes estudios, la lactancia materna es el mejor seguro sanitario, tanto para el bebé como para la madre.

 

Un fluido dulzón compuesto de lactosa, que suministra energía a raudales; de proteínas, como la caseína; y de grasa sana para crecer y hacernos inteligentes. Así se podría describir la primera bebida que consume la mayoría de los humanos tras nacer: la leche materna.

 Lo cierto es que la fórmula de este brebaje natural resulta compleja. Para empezar, contiene abundantes azúcares que no se digieren y que previenen infecciones bacterianas capaces de causar diarreas. También incluye lactoferrina contra las enfermedades autoinmunes; carnitina para sintetizar lípidos cerebrales; colina para el crecimiento; inmunoglobulina A, que mantiene a raya diversos males; caseinomorfina, que favorece el sueño; glicerofosfocolina –mejora la memoria–; omega-3 y omega-6 para las neuronas; calcio y fósforo; vitaminas AyD; sodio, potasio, cloro... De ahí que tomarla pueda aportar importantes beneficios para la salud no solo durante la infancia, sino también al alcanzar la vida adulta, según revelan los últimos estudios médicos. Tanto es así que algunos científicos se han planteado que la leche humana es lo más similar a la ansiada panacea universal, capaz de curar todos los males.

 

 Revista Muy Interesante nº378 Noviembre 2012 págs. 94-95

 

 

UN ESCUDO CONTRA LOS CANCERES

Un trago diario en los primeros meses de vida reduce el riesgo de leucemia, mal de Hogkin, neuroblastoma y otros tumores infantiles agresivos. Según un estudio publicado en el Journal of Human Lactation, este efecto anticancerígeno se debe a la presencia en la leche materna de una sustancia llamada TRAIL. Además, investigadores de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, han identificado una α-lactoalbúmina apodada HAMLET que, cuando entra en contacto con el ácido oleico _presente en el estómago de los bebés_, acaba con las células tumorales. En experimentos con cáncer de vejiga, esta proteína redujo el tumor en solo cinco días. Catharina Svanborg, coautora del trabajo, dice que HAMLET es eficaz contra 40 tipos de tumores.

 

UN SEGURO CONTRA LA GORDURA

Tomar la teta al nacer previene la obesidad, tal y como demostraba recentemente un estudio de la Universidad Temple, en Filadelfia (EE.UU). La investigadora Katherine F. Isselmann y su equipo atribuyen esta cualidad a que los niños que han recibido esta forma de nutrición saben dilucidar con más facilidad cuándo se sienten llenos y saciados, lo que les permite comer de manera más saludable y equilibrada una vez que alcanzan la edad adulta. Así se evitan tanto la voracidad como el sobrepeso.

 

AZÚCAR PARA EL INTESTINO

La leche materna está repleta de oligosacáridos _polímeros formados por azúcares simples_ que funcionan como fibra, pues llegan intactos al intestino. De hecho, es la flora intestinal la que rompe estas moléculas en pequeños fragmentos –ácidos grasos de cadena corta- que las bacterias buenas del aarato digestivo utilizan para obtener energía. En las tripas de los neonatos, este proceso mantiene activo a un ejército de microorganismos protectores que actúa como barrera ante invasores patógenos que causan diarreas y enfermedades gastrointestinales más graves, caso del cólera, así como infecciones respiratorias.

 

EN LA VARIEDAD DE INQUILINOS ESTÁ LA CLAVE

 

En un estudio comparativo con niños de tres meses de edad alimentados con y sin leche de la madre, científicos de la Universidad A&M de Texas, en EE.UU., comprobaron que el microbioma _comunidad de microorganismos y sus genomas que viven con nosotros_ era mucho más variado en los del primer grupo, o sea, los bebes que mamaron. Este hallazgo tiene importantes implicaciones, ya que contar con una rica diversidad de aliados microbianos fortalece el sistema inmune y potencia la expresión de genes relacionados con las defensas, según publicaron los investigadores en la revista Genome Biology el pasado mes de abril.

 

TRAGOS DE SALUD MENTAL

 

La leche humana es un antídoto contra la agresividad, la depresión, la ansiedad y las conductas delictivas, según la nutricionista australiana Wendy Oddy. Tomarla durante dieciséis semanas reduce en un 30% el riesgo de problemas de socialización a partir de los cinco años. El contacto del bebé con la madre al mamar mejora la capacidad de interacción.

 

MEJORES EN LA ESCUELA

 

Los niños que maman rinden más en clase, afirman expertos de las universidades de Oxford y Essex tras analizar los resultados en Lengua, Ciencias y Matemáticas de alumnos de cinco, siete, once y catorce años que tomaron teta. Según Michael Kramer, de la Universidad McGill, en Canadá, la lactancia materna puede aumentar el cociente intelectual 7’5 puntos sobre media.

 

CORAZÓN MÁS SANO

 

Cuando comemos verdura y fruta, las bacterias de la boca y el estómago convierten sus nitratos en nitritos, que producen el óxido nítrico necesario para mantener la presión arterial, combatir infecciones, proteger el sistema nervioso y prevenir infartos. Igualmente, investigadores de la Universidad de Texas han demostrado que el calostro de la leche materna propio de los primeros días tras el parto contiene abundantes nitritos, y a partir del octavo día, más nitratos. El hallazgo respalda la recomendación de la OMS de amamantar a los niños hasta que cumplen seis meses de edad.

 

FUENTE DE CÉLULAS MADRE

 

El biólogo molécular australiano Mark Cregan ha encontrado en la leche materna una cantera de células madre. Además de los beneficios para los neonatos, Cregan cree que males como la diabetes, el parkinson, el cáncer o las lesiones de médula espinal podrían tratarse con ellas, lo que evita de paso el dilema ético que plantea el uso de células madre embrionarias.

 

STOP A VIH

 

Más del 15% de las nuevas infecciones anuales del virus del sida (VIH) afectan a niños. Sin tratamiento, solo un 65% de los bebés infectados sobrevive al primer cumpleaños, pero en los críos que han sido amamantados esta estadística no se cumple. Según un estudio de la Universidad de Carolina del Norte, publicado en la recista PLOS Pathogens, se debe a que la leche humana aniquila sin piedad al VIH.

 

BUENO PARA LA MUJER

 

Las madres también se benefician al amamantar a sus hijos. Eleanor Schwarz, de la Universidad de Pittsburg, ha probado que esta práctica reduce en un 10% el riesgo de enfermedades cardíacas, hipertensión, ataques al corazón y derrames cerebrales. Producir leche moviliza la grasa corporal femenina y reduce 8cm el michelín de la cintura, además de eliminar la grasa visceral que se acumula alrededor de órganos vitales  como el corazón.

Por otra parte, un estudio del American Journal of Medicine revelaba que la probabilidad de desarrollar diabetes de tipo 2 se duplican en madres que no dan teta. Y que el neurotransmisor oxitocina, producido en grandes cantidades durante la lactancia, combate el estrés y los cánceres de mama y de ovario.